Arabia Saudí presiona al Gobierno con el contrato de Navantia para que apruebe la operación Telefónica

La gran pregunta tras la compra del 9,99% de Telefónica por STC (Saudi Telecom) es si el Gobierno va a autorizar la operación, ya que puede vetarla en virtud del escudo antiopas, pero Arabia Saudí cuenta con un arma de gran potencia para presionar a Pedro Sánchez: el megacontrato de buques de guerra que ha acordado con Navantia pero que está pendiente de firma.

La empresa pública española de construcción naval ya ha fabricado tres corbetas para el reino saudí mediante una joint venture con los astilleros de ese país llamada SAMI Navantia. Y tiene pendiente de entrega otras dos. En total, este pedido ascendió a unos 1.800 millones de euros.

Pero, tras esta exitosa colaboración, Arabia acordó en noviembre la contratación de otros cinco buques de guerra más, contrato que se podría ampliar a un sexto navío y a otros cuatro buques «multipropósito» más pequeños, según Infodefensa.

Y ese nuevo contrato con Navantia, que no se ha firmado todavía, es la bala de plata con la que cuenta Arabia para forzar la mano del Gobierno en la operación de Telefónica; si no la autoriza, pueden encargar la construcción de esos buques a los astilleros de otro país, ya que en este sector existe una feroz competencia internacional.

De hecho, hay un precedente de presión exitosa de Arabia sobre el Ministerio de Defensa: en 2018, Margarita Robles quiso cancelar un contrato de bombas de racimo firmado con Arabia por el Gobierno de Rajoy, ya que acusaba a este país de usar este tipo de armas contra la población civil en Yemen. Arabia amenazó con romper el contrato inicial de las cinco corbetas y el Ejecutivo de Sánchez dio marcha atrás con el argumento de que se trata de armas de gran precisión que no provocan daños colaterales.

Navantia y Telefónica dependen de Defensa

Se dan, además, dos circunstancias adicionales. La primera es que la aprobación de la compra del 9,99% de la operadora es competencia del Ministerio de Defensa, ya que se aplica una disposición especial del Decreto que regula el escudo antiopas precisamente por ser Telefónica proveedor de servicios esenciales para la defensa nacional (sobre todo en áreas de ciberseguridad). Y la parte militar de Navantia -cuyo dueño es la SEPI- depende también del departamento de Robles.

La segunda circunstancia es el proyecto del Gobierno de crear un gran grupo español de defensa, un «campeón nacional», que se ha puesto en marcha tras recibir el visto bueno del PNV, como adelantó OKDIARIO. Este grupo incluirá una parte de Navantia y el primer paso en esa dirección ha sido la compra del 9,95% de ITP Aero por parte de Indra.

División en el Gobierno sobre Telefónica

El Gobierno se ha mostrado dividido hasta ahora sobre si debe aprobar o no la operación. El ala de Podemos se ha mostrado furibundamente en contra, ha exigido a Sánchez el «control público» de la operadora e incluso Ione Belarra ha pedido que la SEPI adquiera otro 10% de Telefónica y avanzar en su renacionalización.

Por el contrario, la parte del PSOE ha sido mucho más moderada. Aunque coinciden en que hay que vigilar el impacto de la operación en una empresa estratégica y analizar las intenciones de STC, no cierran la puerta a su aprobación en el futuro. De hecho, José Luis Escrivá ha celebrado este jueves que Arabia apueste por Telefónica.